Viaje Espírita en 1862
Autor:
Allan Kardec
De todos los viajes de Allan Kardec, realizados al servicio de la doctrina espírita, el de 1862 fue el más importante, y mereció de su parte un opúsculo especial, muy abundante en observaciones acerca del estado del espiritismo y en instrucciones relativas a la formación de grupos y sociedades espíritas, además de los consejos y las orientaciones que prodigaba a los adeptos de la nueva doctrina:
"Me siento feliz, amigos míos, al ver tantos grupos unidos por el mismo sentimiento, que avanzan de común acuerdo hacia el noble objetivo que nos hemos propuesto. Dado que ese objetivo es exactamente el mismo para todos, no podría haber divisiones. Debe guiaros una misma bandera, y en ella está escrito: Fuera de la caridad no hay salvación. Tened la certeza de que la humanidad entera sentirá la necesidad de reunirse en torno a ella, cuando esté cansada de las luchas engendradas por el orgullo, la envidia y la ambición. El espiritismo tendrá el honor de haber sido el primero en proclamar esa máxima, una verdadera ancla de salvación, porque significará el reposo después de la fatiga. Inscribidla en todos los lugares de reunión y en vuestras residencias particulares. Que ella sea, en adelante, la palabra que reúna a todos los hombres sinceros, que quieren el bien sin una segunda intención personal. Pero haced más aún: grabadla en vuestros corazones, y a partir de ahora disfrutaréis la calma y la serenidad que en ella encontrarán las generaciones futuras, cuando se haya convertido en la base de las relaciones sociales. Vosotros sois la vanguardia; debéis dar el ejemplo, a fin de incitar a otros para que os sigan."